Grecia Colmenares a 30 años de Topacio
Decidió marcharse a Argentina cuando su fama en Venezuela experimentaba su momento de esplendor. Hoy, luego de aquel 1985, la actriz hace un balance en el que nostalgia de por medio repasa sus telenovelas y algo de su vida personal.
por NÉSTOR LUIS LLABANERO | imagen: ARCHIVO | DOMINGO 7 DE FEBRERO DE 2016
Grecia Colmenares
Solo su personaje de Topacio tenía impedimentos visuales, porque, en cuanto a su intérprete Grecia Colmenares , si se quiere, resultó una clarividente. Sabía que, luego de esa exitosa telenovela de Delia Fiallo, un remake de Esmeralda, otro debía ser su camino profesional. Se lo aseguraban todos sus sentidos. Se trataba, según cuenta, del momento de expandirse. Así que, contra voces que la atajaban, echó atrás el contrato siguiente Cristal propuesto por la extinta RCTV. Entonces, Jeannette Rodríguez asumió el compromiso, pero Grecia, coherente con su intuición, nacía para el mundo como María de nadie, el éxito que la llevó a Europa y que la unió definitivamente al corazón de Argentina.
Con más de 20 títulos sumados, la mayoría realizados en el ámbito internacional, la venezolana, nacida en la ciudad de Valencia el 7 de diciembre de 1962, es una de las actrices consentidas del mercado de las lágrimas. En Italia se le declaró reina de reinas de las telenovelas.
Hoy, con 53 años, e igual número de kilos, poco o nada ha cambiado. Su pelo, casi a la cintura aunque amarillo; su voz, aniñada; su mirada del mundo, romántica. Grecia Colmenares suena, desde el teléfono, como aquella joven que vimos, de origen incierto, aferrada al campo, feliz con el cariño de Cirilo, regañada por Domitila y en la espera del amor de Jorge Luis. En el afecto de la voz de Grecia Colmenares sigue escuchándose a Topacio.
¿Cómo llega Topacio a tu vida?
"Recuerdo que me llamaron a una reunión donde estaban (los ejecutivos) Eladio Lárez y Hernán Pérez Belisario, a quien adoraba, y me dijeron: ‘Grecia, para nosotros es difícil darte esta responsabilidad porque eres muy niña, pero queremos darte la oportunidad con Topacio'. Yo les dije que no se arrepentirían. Tuve un elenco fabuloso, estaba Doña Amalia Pérez Díaz".
¿De qué manera Topacio fue un reto actoral?
"Actoralmente tenía que prepararme, estuve con personas no videntes. A lo mejor muchos no lo saben, pero yo me tapaba los ojos y caminaba para sentir mis otros sentidos, el tacto, el olfato".
¿Por qué mencionaste específicamente a Amalia Pérez Díaz?
"Es que recuerdo su personaje de Domitila y fui yo quien le puso Mamá Tila, porque yo sentía que era como una mamá para mí".
Te tomaste la licencia de cambiar el nombre...
"Me salió del alma. Yo no pedí permiso para cambiárselo. En Radio Caracas Televisión me sentía mimada, protegida y querida".
¿Fue buena tu relación con Amalia Pérez Díaz?
"Doña Amalia creía que yo estaba pendiente de verme bonita, pero yo más bien soy sencilla. La recuerdo el primer día de grabación. Yo entré al estudio y mis labios estaban muy rojos porque soy muy blanca y Amalia Pérez Díaz me peguntó: ‘¿Tú vas a salir así, maquillada?'. Yo le dije que no lo estaba y ella me decía que sí lo estaba. Entonces le contesté que no se preocupara, que yo le iba a demostrar que era una actriz".
¿Conservas algo de Topacio como Lupita Ferrer el vestido harapiento de Esmeralda?
"De Topacio conservo una chaqueta de pedrería, porque es muy bella".
¿Aún te queda?
"No solo me queda todavía, sino que me queda floja. Mira, yo soy (talla) S. ¿No has visto mi Twitter? Bueno, yo soy delgadita. No tengo kilos que deja el tiempo".
¿Cómo mantienes tu físico?
"Yo entreno tres horas todos los días. Primero, spinning; luego, baile, y después, funcionales. Hago de todo: TRX, insanity, boxeo, pero todos los días son tres clases, también incluyo tango".
Hablando de tiempo atrás, ¿de niña tuviste alguna actriz que te gustara?
"Marina Baura. Es una excelente actriz. Es más, siempre me quedé con las ganas de trabajar con ella. Hicimos un unitario, pero no tuvimos tantas escenas juntas. En realidad, yo lo que quería era hacer una telenovela con Marina Baura".
¿Por qué con Marina Baura?
"Porque es una primera actriz, como Doris Wells (QEPD) y Cecilia Villarreal".
¿Antes de hacerlas, veías telenovelas?
"Sí, recuerdo las de Rebeca González y las de Lupita Ferrer. De las mías, todas. Por Rosalinda, con Carlos Olivier (QEPD), hice Topacio, porque gustó mucho".
¿Recuerdas tu primer beso de telenovela?
"En televisión fue con El Puma (José Luis Rodríguez). Tenía que darme un beso grande y mis nervios eran terribles. He tenido que darme otros, pero aquel beso era el de señorita. Fue en (la telenovela) Estefanía. Era el beso de la damita y me marcó la experiencia".
¿Por lo agradable o por lo desagradable?
"Por supuesto que fue agradable. Mira, no me arrepiento de ningún beso con mis galanes, porque además he tenido los más bellos. Y lo más lindo es que me los escogen, los productores han pensado en mí". Es paradójico que pese al éxito decidieras irte del país...
"Para mí fue muy duro decir que no renovaría con RCTV después de Topacio. Es que quería abarcar otros mercados. Les dije que terminaría la telenovela y me iría".
Y llegaste a Argentina...
"Y lo hice siendo solo una actriz venezolana con una carrera linda y que un productor argentino había contratado para hacer María de nadie, una versión de otra telenovela (La Zulianita) de Delia Fiallo, adaptada por los argentinos".
¿Qué dijo Delia Fiallo de tu versión?
"Es verdad que en principio a Delia no le gustó mucho, pero luego cuando la vio se dio cuenta de que estaba muy bien hecha. Tanto así que ese fue mi caballito de batalla en Europa y en Argentina y Topacio lo fue en Estados Unidos".
¿Quién sería tu padrino artístico?
"Si a alguien le debo mi carrera, en el sentido de oportunidad, es a Arquímedes Rivero, y él lo sabe, porque fue quien me propuso para una telenovela llamada Angélica (RCTV, 1976)".
De ese pasado, muchos recuerdan Drama de amor en el bloque 6...
"Esa serie me encantó. Primero porque creo en el amor y era una historia de amor, que no termine bien es otra cosa"
¿Y tus historias son felices?
"Han sido felices hasta el momento de decidir la separación. No he estado en sufrimiento, no soy de las que aguanta mucho. A Marcelo Pelegri me une un afecto especial, es el padre de mi hijo. Lo mejor es ser valientes y tomar la decisión".
¿Suenas con una vida en calma?
"Mi vida siempre fue muy tranquila, disfruté mi infancia, mi madre me dejó ser niña y me enseñó a vivir mi vida sin apurarme".
Sin embargo, te casaste a los 17 años...
"Mi mamá me dio mi permiso, me dijo que yo debía vivir mi vida. Me casé en Caracas con Henry Zakka y al poco tiempo nos divorciamos".
¿Aún hablas con Henry Zakka?
"Henry y yo nos reímos mucho. Le dije en una entrevista en Miami que yo lo había dejado porque jugaba caballos y él me respondió: ‘No seas así, que yo nunca más jugué'. Entonces, le comenté: ‘Me imagino, ahora estás felizmente casado".
¿Influyó su afición a los caballos en la separación?
"Tuvo que ver. Yo era muy niña con una crianza de hogar".
¿Dónde vives ahora?
"Estoy entre Miami, Argentina, Venezuela y, ahora, España, porque Gianfranco, mi hijo, está allá con su padre. Ya está grande, tiene 23 años y se graduó en Empresas".
Profesionalmente, ¿qué estás haciendo?
"Me he tomado este año tranquila esperando un proyecto importante, dedicada a la familia. Busco que sea una telenovela bien hecha y que me guste. Cuando me enseñan un proyecto, lo hago si me llega al corazón. Creo que las cosas están escritas y son cuando tienen que ser".
Dijiste que cada generación tiene su forma de expresarse...
"No. Lo que dije fue que cada generación tiene su momento de éxito. Yo no voy a decir que la generación de antes fue mejor que la de ahora, porque cada generación tiene sus actores sobresalientes. Yo he tenido la suerte de pasar por varias generaciones".
Según tu opinión, ¿qué debe tener una protagonista de telenovela?
"Ángel. Ni siquiera es una cara bonita, es ángel. Eso no se explica, eso es algo que la gente te abre las puertas de su casa y no quiere que te salgas, que los acompañes a toda hora. El ángel emerge desde el alma y el corazón".
¿Qué valoras de ti como protagonista ideal?
"Lo que puedo responderte es que pongo el alma en mi trabajo".
Eres, definitivamente, romántica...
"Sí, yo soy una mujer muy romántica, creo en el respeto y en la dignidad, en dar ejemplo a los hijos y a la familia, creo en la sinceridad de la gente, solo cuando ya me mienten ya no creo más. Y soy feliz".
¿En qué basas tu felicidad?
"En no haber hecho mal a nadie y en no vivir la vida de los demás".
¿Y qué piensas de Venezuela?
"Es mi país, lo amo, siempre seré venezolana, estoy orgullosa de serlo, pero veo la parte bonita de mi país, trato de mostrar la parte linda, y a veces, molesta que diga que es un país muy bello".
Muchos no ven eso que tú ves...
"Soy una persona positiva y veo las cosas lindas. Para mí la vida es bella y debemos disfrutarla, ser felices, pero no ser feliz con otra persona sino con uno mismo. Nunca he estado divorciada de Venezuela. Yo le diría al país que se vea hacia adentro, que todo lo que hagamos los venezolanos sea desde el corazón, porque ese nunca se equivoca".
@llabanero
Con más de 20 títulos sumados, la mayoría realizados en el ámbito internacional, la venezolana, nacida en la ciudad de Valencia el 7 de diciembre de 1962, es una de las actrices consentidas del mercado de las lágrimas. En Italia se le declaró reina de reinas de las telenovelas.
Hoy, con 53 años, e igual número de kilos, poco o nada ha cambiado. Su pelo, casi a la cintura aunque amarillo; su voz, aniñada; su mirada del mundo, romántica. Grecia Colmenares suena, desde el teléfono, como aquella joven que vimos, de origen incierto, aferrada al campo, feliz con el cariño de Cirilo, regañada por Domitila y en la espera del amor de Jorge Luis. En el afecto de la voz de Grecia Colmenares sigue escuchándose a Topacio.
¿Cómo llega Topacio a tu vida?
"Recuerdo que me llamaron a una reunión donde estaban (los ejecutivos) Eladio Lárez y Hernán Pérez Belisario, a quien adoraba, y me dijeron: ‘Grecia, para nosotros es difícil darte esta responsabilidad porque eres muy niña, pero queremos darte la oportunidad con Topacio'. Yo les dije que no se arrepentirían. Tuve un elenco fabuloso, estaba Doña Amalia Pérez Díaz".
¿De qué manera Topacio fue un reto actoral?
"Actoralmente tenía que prepararme, estuve con personas no videntes. A lo mejor muchos no lo saben, pero yo me tapaba los ojos y caminaba para sentir mis otros sentidos, el tacto, el olfato".
¿Por qué mencionaste específicamente a Amalia Pérez Díaz?
"Es que recuerdo su personaje de Domitila y fui yo quien le puso Mamá Tila, porque yo sentía que era como una mamá para mí".
Te tomaste la licencia de cambiar el nombre...
"Me salió del alma. Yo no pedí permiso para cambiárselo. En Radio Caracas Televisión me sentía mimada, protegida y querida".
¿Fue buena tu relación con Amalia Pérez Díaz?
"Doña Amalia creía que yo estaba pendiente de verme bonita, pero yo más bien soy sencilla. La recuerdo el primer día de grabación. Yo entré al estudio y mis labios estaban muy rojos porque soy muy blanca y Amalia Pérez Díaz me peguntó: ‘¿Tú vas a salir así, maquillada?'. Yo le dije que no lo estaba y ella me decía que sí lo estaba. Entonces le contesté que no se preocupara, que yo le iba a demostrar que era una actriz".
¿Conservas algo de Topacio como Lupita Ferrer el vestido harapiento de Esmeralda?
"De Topacio conservo una chaqueta de pedrería, porque es muy bella".
¿Aún te queda?
"No solo me queda todavía, sino que me queda floja. Mira, yo soy (talla) S. ¿No has visto mi Twitter? Bueno, yo soy delgadita. No tengo kilos que deja el tiempo".
¿Cómo mantienes tu físico?
"Yo entreno tres horas todos los días. Primero, spinning; luego, baile, y después, funcionales. Hago de todo: TRX, insanity, boxeo, pero todos los días son tres clases, también incluyo tango".
Hablando de tiempo atrás, ¿de niña tuviste alguna actriz que te gustara?
"Marina Baura. Es una excelente actriz. Es más, siempre me quedé con las ganas de trabajar con ella. Hicimos un unitario, pero no tuvimos tantas escenas juntas. En realidad, yo lo que quería era hacer una telenovela con Marina Baura".
¿Por qué con Marina Baura?
"Porque es una primera actriz, como Doris Wells (QEPD) y Cecilia Villarreal".
¿Antes de hacerlas, veías telenovelas?
"Sí, recuerdo las de Rebeca González y las de Lupita Ferrer. De las mías, todas. Por Rosalinda, con Carlos Olivier (QEPD), hice Topacio, porque gustó mucho".
¿Recuerdas tu primer beso de telenovela?
"En televisión fue con El Puma (José Luis Rodríguez). Tenía que darme un beso grande y mis nervios eran terribles. He tenido que darme otros, pero aquel beso era el de señorita. Fue en (la telenovela) Estefanía. Era el beso de la damita y me marcó la experiencia".
¿Por lo agradable o por lo desagradable?
"Por supuesto que fue agradable. Mira, no me arrepiento de ningún beso con mis galanes, porque además he tenido los más bellos. Y lo más lindo es que me los escogen, los productores han pensado en mí". Es paradójico que pese al éxito decidieras irte del país...
"Para mí fue muy duro decir que no renovaría con RCTV después de Topacio. Es que quería abarcar otros mercados. Les dije que terminaría la telenovela y me iría".
Y llegaste a Argentina...
"Y lo hice siendo solo una actriz venezolana con una carrera linda y que un productor argentino había contratado para hacer María de nadie, una versión de otra telenovela (La Zulianita) de Delia Fiallo, adaptada por los argentinos".
¿Qué dijo Delia Fiallo de tu versión?
"Es verdad que en principio a Delia no le gustó mucho, pero luego cuando la vio se dio cuenta de que estaba muy bien hecha. Tanto así que ese fue mi caballito de batalla en Europa y en Argentina y Topacio lo fue en Estados Unidos".
¿Quién sería tu padrino artístico?
"Si a alguien le debo mi carrera, en el sentido de oportunidad, es a Arquímedes Rivero, y él lo sabe, porque fue quien me propuso para una telenovela llamada Angélica (RCTV, 1976)".
De ese pasado, muchos recuerdan Drama de amor en el bloque 6...
"Esa serie me encantó. Primero porque creo en el amor y era una historia de amor, que no termine bien es otra cosa"
¿Y tus historias son felices?
"Han sido felices hasta el momento de decidir la separación. No he estado en sufrimiento, no soy de las que aguanta mucho. A Marcelo Pelegri me une un afecto especial, es el padre de mi hijo. Lo mejor es ser valientes y tomar la decisión".
¿Suenas con una vida en calma?
"Mi vida siempre fue muy tranquila, disfruté mi infancia, mi madre me dejó ser niña y me enseñó a vivir mi vida sin apurarme".
Sin embargo, te casaste a los 17 años...
"Mi mamá me dio mi permiso, me dijo que yo debía vivir mi vida. Me casé en Caracas con Henry Zakka y al poco tiempo nos divorciamos".
¿Aún hablas con Henry Zakka?
"Henry y yo nos reímos mucho. Le dije en una entrevista en Miami que yo lo había dejado porque jugaba caballos y él me respondió: ‘No seas así, que yo nunca más jugué'. Entonces, le comenté: ‘Me imagino, ahora estás felizmente casado".
¿Influyó su afición a los caballos en la separación?
"Tuvo que ver. Yo era muy niña con una crianza de hogar".
¿Dónde vives ahora?
"Estoy entre Miami, Argentina, Venezuela y, ahora, España, porque Gianfranco, mi hijo, está allá con su padre. Ya está grande, tiene 23 años y se graduó en Empresas".
Profesionalmente, ¿qué estás haciendo?
"Me he tomado este año tranquila esperando un proyecto importante, dedicada a la familia. Busco que sea una telenovela bien hecha y que me guste. Cuando me enseñan un proyecto, lo hago si me llega al corazón. Creo que las cosas están escritas y son cuando tienen que ser".
Dijiste que cada generación tiene su forma de expresarse...
"No. Lo que dije fue que cada generación tiene su momento de éxito. Yo no voy a decir que la generación de antes fue mejor que la de ahora, porque cada generación tiene sus actores sobresalientes. Yo he tenido la suerte de pasar por varias generaciones".
Según tu opinión, ¿qué debe tener una protagonista de telenovela?
"Ángel. Ni siquiera es una cara bonita, es ángel. Eso no se explica, eso es algo que la gente te abre las puertas de su casa y no quiere que te salgas, que los acompañes a toda hora. El ángel emerge desde el alma y el corazón".
¿Qué valoras de ti como protagonista ideal?
"Lo que puedo responderte es que pongo el alma en mi trabajo".
Eres, definitivamente, romántica...
"Sí, yo soy una mujer muy romántica, creo en el respeto y en la dignidad, en dar ejemplo a los hijos y a la familia, creo en la sinceridad de la gente, solo cuando ya me mienten ya no creo más. Y soy feliz".
¿En qué basas tu felicidad?
"En no haber hecho mal a nadie y en no vivir la vida de los demás".
¿Y qué piensas de Venezuela?
"Es mi país, lo amo, siempre seré venezolana, estoy orgullosa de serlo, pero veo la parte bonita de mi país, trato de mostrar la parte linda, y a veces, molesta que diga que es un país muy bello".
Muchos no ven eso que tú ves...
"Soy una persona positiva y veo las cosas lindas. Para mí la vida es bella y debemos disfrutarla, ser felices, pero no ser feliz con otra persona sino con uno mismo. Nunca he estado divorciada de Venezuela. Yo le diría al país que se vea hacia adentro, que todo lo que hagamos los venezolanos sea desde el corazón, porque ese nunca se equivoca".
@llabanero
Topacio
A mitad de la década de 1980, personificó a una invidente. Topacio le posibilitó a Grecia Colmenares mirar su futuro profesional. Desde entonces se hizo parte de las intérpretes más recordadas en América Latina. Hoy tiene 53 años y la misma delgadez que lució en sus 20.
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