Muchos factores alteran el sueño, como el exceso de medicinas (Cortesía Freeimages.com)
EL UNIVERSAL
lunes 15 de febrero de 2016 08:05 AM
El mal dormir puede obedecer a muchos factores. Pero, cuando es recurrente, puede tratarse de un trastorno de sueño, una condición médica que afecta el equilibrio del estado de reposo y que suele ser causado por eventos emocionales y físicos, o por el uso prolongado de medicamentos.
Según el neurólogo Claudio Cárdenas, el trastorno del sueño más frecuente es el insomnio, que se presenta entre 10 y 15% de las personas. Son muchos los tipos de desórdenes al dormir, por lo que se clasifican en grupos.
Cada entidad tiene una causa particular, existiendo algunos cuyo origen es genético, como la narcolepsia (exceso de sueño durante el día), o el insomnio familiar. Otros tipos pueden ser a consecuencia de problemas cardiopulmonares, como los trastornos respiratorios de tipo apnea obstructivas, cuando la respiración se detiene una y otra vez mientras se está durmiendo, o bien a raíz de lesiones en la sustancia blanca cerebral, conocidos también como los desórdenes del comportamiento nocturno.
Según la edad, cada grupo de personas tiene una mayor predisposición para presentar algún tipo de desorden al dormir en particular. Por ejemplo, en los niños es frecuente el insomnio conductual de la infancia, el sonambulismo y los terrores nocturnos, mientras que en los adolescentes es común el desorden de fase retrasada del sueño.
En los adultos del sexo masculino, los trastornos respiratorios y los ronquidos son los más frecuentes al dormir, a diferencia de las mujeres, quienes son más propensas al insomnio crónico. Por su parte, los adultos mayores presentan con mayor regularidad las parasomnias (un tipo de trastorno del comportamiento asociado al descanso, acompañado de movimientos oculares rápidos).
El especialista en neurología resaltó la importancia de respetar el área en donde se duerme, así como el horario que se dedique al descanso. Adicionalmente, se debe procurar el cumplimiento de los horarios de comida, no abusar de la cafeína luego de las cuatro de la tarde y evitar las alteraciones a estas rutinas en más de dos noches por semana.
Para el tratamiento del insomnio, existen también medicamentos hipnóticos, derivados de las benzodiazepinas, una amplia familia de sustancias con propiedades sedantes e hipnóticas, cuya acción permite la disminución del periodo de latencia del sueño y el aumento de la duración del mismo, preservando su profundidad y duración. A diferencia de otros medicamentos con propiedades hipnóticas, su degradación dentro del organismo es rápida.
Cárdenas acotó, que ante la sospecha de un trastorno de sueño, el paciente debe poner orden en sus hábitos de descanso e intentar mejorar la disciplina del mismo, para asegurarse que lo que le está ocurriendo no es producto de sus rutinas. Si a pesar de esto siguen los problemas, ha de consultar a un psiquiatra o neurológo, especialista en estas áreas, para de esta forma hacer un diagnóstico certero y poder establecer un tratamiento adecuado.
Según el neurólogo Claudio Cárdenas, el trastorno del sueño más frecuente es el insomnio, que se presenta entre 10 y 15% de las personas. Son muchos los tipos de desórdenes al dormir, por lo que se clasifican en grupos.
Cada entidad tiene una causa particular, existiendo algunos cuyo origen es genético, como la narcolepsia (exceso de sueño durante el día), o el insomnio familiar. Otros tipos pueden ser a consecuencia de problemas cardiopulmonares, como los trastornos respiratorios de tipo apnea obstructivas, cuando la respiración se detiene una y otra vez mientras se está durmiendo, o bien a raíz de lesiones en la sustancia blanca cerebral, conocidos también como los desórdenes del comportamiento nocturno.
Según la edad, cada grupo de personas tiene una mayor predisposición para presentar algún tipo de desorden al dormir en particular. Por ejemplo, en los niños es frecuente el insomnio conductual de la infancia, el sonambulismo y los terrores nocturnos, mientras que en los adolescentes es común el desorden de fase retrasada del sueño.
En los adultos del sexo masculino, los trastornos respiratorios y los ronquidos son los más frecuentes al dormir, a diferencia de las mujeres, quienes son más propensas al insomnio crónico. Por su parte, los adultos mayores presentan con mayor regularidad las parasomnias (un tipo de trastorno del comportamiento asociado al descanso, acompañado de movimientos oculares rápidos).
El especialista en neurología resaltó la importancia de respetar el área en donde se duerme, así como el horario que se dedique al descanso. Adicionalmente, se debe procurar el cumplimiento de los horarios de comida, no abusar de la cafeína luego de las cuatro de la tarde y evitar las alteraciones a estas rutinas en más de dos noches por semana.
Para el tratamiento del insomnio, existen también medicamentos hipnóticos, derivados de las benzodiazepinas, una amplia familia de sustancias con propiedades sedantes e hipnóticas, cuya acción permite la disminución del periodo de latencia del sueño y el aumento de la duración del mismo, preservando su profundidad y duración. A diferencia de otros medicamentos con propiedades hipnóticas, su degradación dentro del organismo es rápida.
Cárdenas acotó, que ante la sospecha de un trastorno de sueño, el paciente debe poner orden en sus hábitos de descanso e intentar mejorar la disciplina del mismo, para asegurarse que lo que le está ocurriendo no es producto de sus rutinas. Si a pesar de esto siguen los problemas, ha de consultar a un psiquiatra o neurológo, especialista en estas áreas, para de esta forma hacer un diagnóstico certero y poder establecer un tratamiento adecuado.
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